sábado, 24 de mayo de 2014

Niebla


When the Blues Sing Art PrintAmar en dos tiempos con los ojos de la bronca o del aburrimiento, con los ojos del sexo cuando se enciende o con la mirada de una mochila estúpida que acepta tu destino y carga tus cosas hasta el próximo encuentro. Hasta otro taxi que te deje en una puerta, nunca sabremos cuál.

Amar en dos tiempos. Primero con la cara llena de cicatrices y sangre. Segundo con tus fluidos en mi boca. Amar en dos tiempos y a mares, sobre sabanas que suenan a palabras,  esos adjetivos de diccionario no funcionan para tus formas. Amar en dos tiempos, hasta lo que haya, si es amor que nos venga a salvar, para sentirte tibia y recostada sobre un pedacito de cama ajena.

Amar en dos tiempos. Primero con tu boca sobre mi boca. Segundo con tus manos sobre el teclado, buscando la palabra justa para no mandarme a la mierda. Yo te veo atravesar la habitación como un fantasma. Y  te quiero carne sobre mis orillas todavía vestidas. Un jean gastado y cursi, me cubre, simula, pero cede a tus gestos.

Silencio. Pasa una ausencia como un gato negro entre las piernas de la noche.

Sigo. Me conquistas con tus manos de perla. Sos clara como la muerte y eso me duele y me da miedo. El dolor es tan rico cuando me lo das en pequeñas dosis, una a una, las manos encuentran hueco y ocupan. Lo ocupas todo Napoleón. Sos una conquistadora desubicada preferís correrte del mapa, inventar tu propio territorio, atacar y retroceder. Sos el TEG del desconcierto, por eso prefiero caminarte por la orilla y caerme rendida y desnuda en vos, que sos azul como todo lo hermoso de este mundo.

Otra vez te escribo con la insistencia de las palabras, tan agotadoras y estúpidas. Todo lo que habitamos es estúpido. Yo nací habitada y rota. Cuando era chica, en las noches salía por el naranjo de casa al techo, buscando algo despierto, nunca quise estar despierta cuando todos duermen. Pero encontraba al gato muerto que no me atrevía a mirar a los ojos, por miedo a ver, en su carita rota, mi futuro. Son esas cosas las que me gustaría contarte entre acto y acto, entre fuego y fuego, para tenerte cerca. Pero vos caminas por la habitación, atravesás una distancia que no reconozco, a esa dimensión mis manos no llegan.

Amar en dos tiempos. Primero amar con la boca del tiempo que se babea entre tus piernas. Segundo amar con las llaves del auto encendido. Sos un auto alejándose de la ciudad. Y yo soy la niebla histérica que lo cubre todo para que vuelvas o te pierdas en mí, en un solo intento.

martes, 20 de mayo de 2014






Llueve adentro, pero las goteras están afuera. El cielo se cae como un cristal en pedazos sobre esta casa y el paraíso de la vereda. Lo de afuera y adentro se rompe. Hago cientos de clics en google earth para saber qué ciudad se te parece, y si ahí llueve tanto como acá.

domingo, 4 de mayo de 2014

Azul es el color más cálido


Escribo porque algún día esta neurosis azul será de otra.

Tus palabras me llegan a través de un túnel a miles de kilómetros de distancia. Sé de vos lo que apenas dejas ver, mientras te escondes en las sábanas. Creo que estás incompleta. Te percibo como en un plano de Wong Kar Wai, recortada por los objetos de la habitación. Tengo que darte vueltas, fingirme una mosca, tomar fotos por cada ángulo de tu cuerpo para completarte o intuirte.

La desnudez nos expande sobre una cama desordenada. Perdiste partes de vos sobre estas colchas sucias, te fuiste en un mar. Sigo con la mirada tu corriente hacia el final del colchón, donde un puente tembloroso se enreda a la noche, por ahí cruzamos las dos.
   
Ya no sé a qué te pareces. Cuando intento nombrarte se me pierde un sonido. Hasta en los mapas se me pierde tu presencia. Te confundo con el azul de los océanos. Me anclo a esta forma inmóvil sobre la cama, intentando materializar un recuerdo como a un sonido azul en una explosión azul de chicas azules.

Me alejo otra vez hacia tus brazos, que van cerrando mis formas. "Atravesás mares", decís y me da gracia porque si alguien en esta habitación es capaz de penetrar el azul más oscuro, esa sos vos. El dolor se te parece en la manera de mirar, en la forma con la que te perdés en las palabras que aprendiste. Alguien te enseñó a hablar el lenguaje azul de la decepción y estuvo bien porque poco a poco, sobre estas sábanas y las otras donde amaneces, encontrás las mil formas del dolor en el placer. Vas haciendo el amor y la guerra sobre la misma herida.

Me gustan los recuerdos a color kodak 200 asas. Te imagino inquieta en todas las fotos de tus cumpleaños, como queriendo ocultar esa sombra que se te proyectaba: la nena azul piensa y busca en los cuadros del mantel de la cocina familiar un nombre para un extraño deseo. Me imagino cómo habrá sido el día que esa sombra se evaporó por los aires porque te asumiste como mujer azul.

Desde que te conocí, ya no puedo pensar en otra cosa, en los pájaros azules, en las canciones azules que sueñan con personajes negros, en los jazmines azules de los jardines de mi infancia, en el azul del cielo en plena noche, en la luna resplandeciendo sobre los mares de Valparaiso, en los autos de juguete, en las etiquetas de todas las aguas minerales del mundo. Azul es el color más cálido.