-Igual, sos asi, te gusta llevarme la contra.
Como cuando te quería ver en la marcha.
-Pero había una línea de policías en el medio,
¿Viste? Yo estaba arriba de un kiosco, me pegaron y me puse a tirar piedras.
-bueno tiene sentido, pero no dejas de ser una
abstracción. En qué lugar te pongo.
- Uno es libre de elegir donde poner a alguien
en su vida, sería invasivo decirte en qué lugar ponerme.
Vamos a tirar piedras al río. Y te cuento la
historia de cómo deje de usar esos vestidos estupidos, de lunares estupidos.
Vamos a tirar piedras al río y te cuento mientras me miras a los ojos, cómo es
que me uní a las chicas que no usan corpiño y cuanto tuvieron que ver tus
gestos. Y si tiramos esas piedras al río, solo para que corra la sangre del
sistema que tanto odias, bueno está bien, voy a mirarte como lo haces y en las
aguas de ese rio azul, me voy a ir quitando la ropa, para salir de la cárcel en
la que me había metido antes de conocer a Foucault. Vamos a verlos sangrar. Vas
a hablar de la revolución que viene, el sol te va calentar la piel. Vas a
seguir igual y transpirando de nervios me vas a decir cómo se ama de manera
impersonal.
Tu vecina te vigila los pasos, y siempre que
puede le tira Raid a tu revolución. Vos te despertás sabiendo que así está
bien. Que una cosa es tener sexo como ver películas y que otra cosa es hacer el
amor. Te miro para que me devuelvas una mirada que tiene más que ver conmigo,
me miro y encuentro un hueco al que no voy a caer, porque antes me voy
desconstruir como a los esquemas que detestas. Lo que busco está en mí, lo
dijiste con palabras certeras, de joven maestro zen, como para que no me queden
dudas. Vas a hablar de la revolución que viene, de los cielos que perdimos, de
los muertos. Cuando los muertos me necesiten decís, voy a llenarlos de
palabras.
Me gusta imaginar que sos la piedra, el filo de
la piedra en la distancia y que no vas por ellos sino por una que se me parece
pero que no soy yo, porque en definitiva somos una abstracción. Un concepto que
aniquila conceptos. La vida impersonal.
Sos el filo de la piedra cayendo sobre la piedra.
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